la tormenta afuera

Qué lindo se veía el cielo desde la ventana del tren cuando volvía hace unas horas del canal a casa. Entre grises y azules, el cielo no se podía decidir, pero protestaba con hermosos relámpagos que lo iluminaban en el horizonte. Y que rico aroma... ese olorcito a lluvia que se viene...

Que cosa, los días de tormenta me hacen recordar Argentina... me encantaba sentarme en la ventana de mi pieza y mirar el cielo a veces azul oscuro, a veces gris azulado, una mezcla de azules... que me impresionaba y me esforzaba por memorizar todos los tonos. Y los relámpagos... que linda luz, después me quedaba esperando el trueno... que sabía que en algún momento iba a venir. Lo esperaba, lo esperaba y de la nada se oía un estrépito que parecía tener tanta fuerza como para sacudir el planeta.

Que lindo sentir el viento en la cara, en los brazos, y ese olor a lluvia, luego el olor a tierra reseca que por fin recibía algo de agua... Era tan lindo. Me alegraba mucho cuando se largaba alguna tormenta... y a qué chico no le gustaba jugar bajo los chaparrones? Así se ve desde el balcón ahora:


Que fuerza que tiene el cielo, y cada vez que se larga una tormenta, pareciera que ese cielo super tranquilo lindo, azul, suelta en cada tormenta una inmensa carga de bronca... y si tenemos tantas broncas nosotros, cómo el cielo, que es mas grande que nosotros, no las va a tener?