jueves, 29 de abril de 2010

The unsinkable

Se podrán imaginar lo que acabo de mirar en la tele: Titanic.

Que peli larga..... larga con ganas. Y que peli triste, historia pegajosa pero triste.... triste porque la situación alrededor de la historia de amor no diferirá mucho de la realidad, en todo caso, es una versión light, y pegajosa porque, bueno, se sobrentiende.

Una peli que ya conozco, sé cómo termina y que termina mal, porque se muere un Leo DiCaprio con 10 kg menos, llevándose sus hermosos ojos consigo al fondo del océano, para el colmo, muerto de frío... la miro de nuevo de todas formas... o porque no hay nada mejor en la tele, o porque, bueno... a veces... me gusta lo pegajoso (pero que quede entre nosotros por favor!!).

Durante toda la peli estuve sentada en la punta del sillón, sabía lo que se venía, pero estaba tan enganchada... que se me erizaban los pelitos de los brazos y me corría un escalofrío por la espalda cada tanto. Probablemente sea mi virtud empática (Matías G. está convencido de eso.... y para qué la falsa modestia, a mí ya no me caben dudas al respecto) lo que me hacía sufrirrr y temblarr con los personajes durante la peli, mientras el barco se hundía, la gente caía al agua, o se moría aplastada, la orquesta tocaba, viejitos se abrazaban en la cama, un capitán quería morirse con el barco, dos enamorados correteaban de una punta a la otra, y un leo con 15 kg menos más sexy que nunca.

Y ahora se viene algo muy pegajoso, y espero no arrepentirme luego de tanta cursilería: la ancianita Rose diciendo que "a woman's heart is a deep ocean of secrets", estas palabras me siguen dando vueltas en la cabeza. Algunas más, otras menos, durante la vida todas tenemos varios amores, algunos secretos, otros no, unos que se lamentan, otros que forman parte de los buenos recuerdos. Mi mamá a veces rememora y me cuenta muerta de risa sobre mis pequeños amores de antaño (sí, ya estoy vieja), o sobre las mamás del barrio que se juntaban a planear qué hijo de la vecina con qué hija de la otra vecina, pero el primer novio que yo recuerdo, fue un nene que conocí a los 8 años. A ver, Ezequiel, a más tardar ahora te enterarás que fuimos novios. El amorío nos duró poco, decidí terminar la relación pasados 7 días (sí, fueron 7 días, empezamos un finde, y nos volvimos a ver al siguiente) porque me había parecido muy injusto que no me ayudara a hacer trampa jugando a las escondidas. Sí, fue mi primer experiencia "corazón partío", durante las próximas semanas, cada vez que venía a hablarme, le daba un puñetazo, que casi siempre le erraba, pero lo que cuenta es la intención.

Mi admirador y pretendiente preferido (digo preferido para dar la impresión de haber tenido muchos) fue uno de mis alumnitos. El pequeñín habrá tenido unos 7 años en esa época (yo 17, nuestro amor estaba predestinado a sufrir el reproche social) y tenía tantas ganas de comerle los cachetes a besos cada vez que se ponía a hacerme ojitos o me traía alguna golosina de regalo. No sé que habrá sido de este chico, pero está claro que hoy debe ser un don juan con todas las letras.

No se hable más del tema, porque el resto, es un secreto.... que la mayoría ya conoce, y este titanic mantiene firme su curso.