miércoles, 17 de septiembre de 2008

Cuore

Es extraño, me sorprende y no entiendo por qué.

Tengo 24 años y aún recuerdo el primer libro q leí en mi vida, también me acuerdo a qué edad, de quién lo recibí, cuándo. Cuore, de Edmundo de Amicis, me lo regaló mi mamá para el día del niño cuando tenía 8 años. Fue el primer libro que me perteneció, lo cual era para mí todo un acontecimiento, no se comparaba con los manuales de la escuela, los libros de texto que me compraban para las clases. Era un libro hermoso, con dibujos de acuarelas. Y como me encariñe con Enrique... Aún recuerdo que lloré cuando llegué a la parte en que un compañero le manchaba su cuaderno de caligrafía (ni siquiera era para Enrique, era de su amigo que ese día había faltado a clases por estar enfermo y Enrique le copiaba la tarea). ¿Cómo puede acordarse uno de cosas así?

Ayer recibí un mail de una amiga. Uno de esos molestos FWD's. Mi amiga es genetista. Este año comenzó su doctorado. Es una mina super inteligente. Lo extraño de esta amiga mía es que es bastante (digamos muy) supersticiosa. El mail era una lista de historias de gente que moría poco después de haber negado la existencia de dios. ¿Es comprensible para uds. ser una científica y creer en huevadas? Para mí son cosas incompatibles. Que la quiero con eso y todo, está de más decir.

A los 13 leí el diario de Ana Frank. Y sólo después de haberlo leído comencé a ver la persona de Adolf Hitler como un asesino. Hasta ese momento nunca había podido entender cómo se podía despreciar an hombre que se mantenía tan firme a sus principios e ideales. Es la primera vez que cuento esto en público, siempre tuve miedo de que si se lo contaba a mis amigas iban a pensar que era un monstruo. ¿Nunca ningugno de uds. consideró algo de una forma totalmente diferente a la común?

De un día para el otro me pareció insoportable una de mis amigas. Y juro que no me hizo nada malo. En realidad no encuentro una respuesta, fue una buena amiga, una de mis mejores. Y de un día para el otro dejé de hablarle, ya no la soportaba, dejé de responderle y la evité cada vez que pude. Se me ocurre una sola explicación y no sé hasta qué punto es válida. Yo cambié. Y esa amiga no se dió cuenta del cambio, por la distancia, y yo ya no podía compartir mis cosas con ella, la dejé de lado y la evité. Pero por qué llegó a desagradarme tanto, es algo que no entiendo.

Y para rematar, creo que hasta los 16 o 17, cuando no me aguantaba ni yo misma, me encerraba en mi pieza y aullaba. Lo más alto que podía. Y después escuchaba a mi papá y mi hermano que se reían del otro lado de la puerta y mi mamá gritando, "callate, loca".

¿Conocen el dicho cada loco con su tema? La verdad es que todos estamos un poco locos, no somos del todo cuerdos... nadie es normal 100%, porque... ¿qué es normal? Si yo misma no termino de entender algunas cosas mías.... Así que repito, es extraño, me sorprende y no entiendo: ¿qué es lo que mueve el corazón de cada persona?

lunes, 8 de septiembre de 2008

La suerte de turno

Hace poco tuve un día de mierda. De esos días en los que te pasa de todo. De esos días en los que te pasa de todo y vos te preguntás, qué cuernos hice para que me tocara todo hoy, una tras otra? Fue el viernes 5, pero podría haber pasado por un viernes 13.

Empezó con el tema del laburo. El jueves 4 tuve una entrevista en una agencia intermediaria. La gran sorpresa fue que ya tenían un puesto para mí. El gran problema es que mi contrato con Kern es hasta fines de noviembre y tengo un plazo de rescisión de 4 semanas. Por eso el viernes fue un apriete y afloje con mis jefes, que son tan simpáticos estos chotos. Y otro apriete y afloje de parte de la agencia, que estamos seguros de que la tomamos, renuncie, no, no estamos seguros, no renuncie aún.

17:30, puff por fin terminaba el día. Bueno, media horita más, así ayudo a la pobre de mi colega a terminar de armar los paquetes para el correo. OK, lista para volver a casa. Bajo todas esas escaleras, 4to, 3ro, 2do, 1ro, planta baja y encuentro mi bici. La quiero abrir. No puedo. Me cuesta girar la llave en el candado. Siempre me cuesta. Es que pasa todas las noches a la intemperie y se oxida el candado. Esta vez el candado estaba bien cagado, y se terminó de cagar cuando entre forcejeo y forcejeo se me rompió la llave, mitad en el candado, mitad en mi llavero. Esto lo arreglo otro día. Ya no tengo ganas, además se me acabó la batería del celu y no puedo llamar a Martin para que me venga a rescatar del lobo feroz.

Voy a pie. Se larga a llover. Es que no podía ser de otra forma. Porque si a uno lo mea un elefante, como no lo va a mear además el cielo. Y el cielo te mea de forma constante. Podría sacar el paraguas de la cartera y mojarme un poco menos. Podría. Pero no lo hago, tengo la sensación de que si agoto el crédito de cosas malas en el día, mañana no va a quedar nada de ese crédito y por ende, todo va a andar bien. Así que dejo que el cielo me termine de mear encima. Plácido, tranquilo, sin apuro, gota por gota, te chorrea por el pelo, la ropa pegada al cuerpo, la revista que llevo en la mano empapada y un hilo de rimel que corre por mis mejillas. Plácido, tranquilo, sin apuro, gota por gota, así de plácido como el perrito este que mea la escalera de la casa 5 de la Südstraße, miro a la dueña con cara de orto y luego al perro con cara de asco. La gorda se hace la que no ve, el perro mea tranquilo, con la misma paz y satisfacción con la que me mea el cielo gris.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lo que trae el viento

Cuando salí esta mañana de casa me sorprendió el frío que hacía. Hasta ayer hacían 27°, hoy no más de 15°, además llovió mucho y había viento fuerte.... cuando volvía casa esta tarde me costaba avanzar con la bici.

Hoy sigo con mi serie de canciones de la bersuit. Hoy les dejo "El veinto trae una copla", video de un recital, con la presencia de nada menos que el salmón, don andrés calamaro.

Enjoy.